El transporte es otro de los grandes problemas en los que se encuentra sumida España, un tema que ya se está planteando a nivel político dentro de las soluciones para el medio ambiente y las energías renovables. Un ejemplo de la necesidad de cambio y de buscar alternativas es que la tercera parte de la energía final consumida en nuestro país, es la que se quema en los motores de combustión de los vehículos.
Esto deja al descubierto la gran dependencia de energía que los españoles tenemos del exterior sobre todo del crudo. Las reservas con las que cuenta España en caso de desabastecimiento solo durarían 90 días, menos de tres meses, a partir de este momento el transporte dependería de los trenes, tranvías y metros.
Por este motivo es necesario buscar una alternativa para estos vehículos que funcionan con combustibles fósiles o sino encontrar también alternativas para reducir el consumo. La reducción de consumo y mejora de la eficiencia es una de las finalidades de la Unión Europea, que trata de implementar el uso de biocombustibles en las gasolinas y gasóleos de automoción.
En los vehículos nuevos las normativas son muy estrictas, pero también hay muchos vehículos antiguos que todavía están en circulación. En los últimos años se ha estado tratando de comenzar a sustituir la tecnología fósil por el vehículo eléctrico, pero todavía hay muchas deficiencias referidas a este auto como puede ser el tiempo de duración de la batería y los emplazamientos para cargarlos, y esta tecnología aunque puede ser aplicable a vehículos de gran tamaño, el coste de adaptación es superior a lo que una empresa está dispuesta a invertir.
En estos momentos las alternativas que tenemos a nuestro alcance, relacionadas con la sustitución de los vehículos que utilizan combustibles fósiles son: el coche eléctrico, los biocombustibles, los vehículos híbridos, las conversiones GLP o GNL.
En la última década hemos podido observar de mano de la ingeniería, una gran evolución de las baterías eléctricas para coches, y este tipo de autos ha cobrado protagonismo nuevamente, esta alternativa se perfila como la base del futuro del transporte.