El precio del carburante en España, que hasta el pasado 1 de septiembre estaba gravado con un 18% de IVA y ahora lo está con un 21%, ha aumentado hasta más de 3,5 céntimos de euro por litro debido a esta subida de tres puntos. Este incremento supone, además, que el peso de los impuestos en el precio total alcanza el 47, 5% en el caso de la gasolina y el 42% en el caso del gasóleo.
Así, el precio medio de la gasolina 95 se sitúa en los 1,522 euros, mientras que el del diesel llega a los 1,444 euros. Un hecho que, en ambos casos, supone alcanzar los máximos históricos, situados hasta el momento en 1,499 euros el litro de gasolina y 1,399 euros el litro de diesel.
Con estas cifras, llenar hoy un depósito de 55 litros roza los 84 euros en el caso de vehículos de gasolina y los 80 euros si se trata de gasóleo –más de 10 euros más que en la misma fecha de 2011 en ambos casos-.
Este aumento impositivo ha acrecentado los efectos de las subidas previas, que llevaron a que, desde el pasado mes de julio, el litro de gasolina se encareciera más de un 12%. Unas subidas que han venido provocadas por dos elementos: la apreciación que ha vivido el dólar respecto al euro (que ha encarecido las importaciones de crudo) y la subida de impuestos (muchas comunidades autónomas comenzaron a aplicar el máximo recargo por el céntimo sanitario).
No obstante, y pese a que se trata de los valores más altos alcanzados hasta el momento, el precio del litro de combustible en España sigue estando por debajo de la media europea, que se contabiliza en 1,693 euros para la gasolina y en 1,536 euros para diesel.
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