Los conductores profesionales en ocasiones tienen que enfrentarse a situaciones que pueden complicar la correcta realización de su trabajo. Uno de los riesgos más graves que corren es el de quedarse dormido al volante, ya que esto puede derivar en un accidente en el que, incluso, se vean implicados otros conductores.
Si, además, el vehículo es de grandes dimensiones o transporta materiales delicados o mercancía peligrosa la importancia de evitar un episodio de somnolencia, por pequeño que sea, es aún mayor.
Y, si bien es cierto que ya existen sistemas en el mercado que analizan los movimientos del conductor y le avisan cuando detectan síntomas de que se pueda estar quedando dormido, normalmente implican que se deba llevar algún tipo de dispositivo especial adherido al cuerpo o unas gafas que pueden llegar a resultar molestos según el tipo de vehículo que se conduzca.
Así, una empresa de origen australiano, Seeing Machines, ha desarrollado Driver Safety Solution (DSS), un sistema que, gracias al seguimiento que realiza de los ojos y el rostro del conductor con una pequeña cámara, podría conseguir reducir los incidentes al volante hasta en un 90%.
No en vano, y tal y como indican los datos revelados por la Sociedad Española de Sueño en su última reunión anual de marzo de 2012, el 30% de los accidentes de tráfico se producen por pequeños episodios de sueño del conductor, que ve mermados sus reflejos y reducidos sus tiempos de actuación.
De ahí que DSS se centre en analizar, por ejemplo, el tamaño de la pupila, la frecuencia del pestañeo o el tiempo que el conductor mantiene los ojos cerrados, ya que son síntomas indiscutibles de que puede sobrevenir el sueño sin que el afectado tenga conciencia de ello.
Además, y para que la cámara pueda hacer el seguimiento en cualquier momento, se instala una luz infrarroja que es invisible para los humanos, y un chip con GPS que determina los momentos en los que realmente se está conduciendo o no.
Finalmente, los datos obtenidos serán procesados por un ordenador que se instala en la parte trasera del asiento y que, cuando concluye que el conductor se está quedando dormido, pone en marcha una alarma sonora y hace vibrar un pequeño motor.
Por otra parte, una de las ventajas añadidas que ofrece es que, aunque de momento sólo se ha probado en los camiones que trabajan en minas, puede resultar muy útil en cualquier sector que emplee diferentes tipos de vehículos. La razón es que el sistema es capaz de enviar una señal al personal de apoyo que se encuentre en la empresa para que pueda acceder a la cámara que controla los movimientos del conductor y comprobar, así, la situación real.