Google es, sin lugar a dudas, el actual gigante de internet. Pero, ¿qué ocurriría si se adentrara en el sector de los transportes fabricando un vehículo que, gracias a las nuevas tecnologías, pudiera conducirse solo?
No se trata de adelantar acontecimientos o crear falsas expectativas, pero, según indican desde el Wall Street Journal, parece que la multinacional está desarrollando un coche propio para el que no será necesario disponer de conductor, en vez de emplear esta tecnología en automóviles de otras compañías -que es lo que ha estado probando hasta ahora, por ejemplo, en el modelo Prius, de Toyota-.
El utilitario en cuestión se denominaría “robot-taxi” y supondría la entrada de lleno en el mercado de la automoción de la empresa, que ya ha estado realizando pruebas en los últimos años con pequeños vehículos que se manejan solos y que buscan facilitar la conducción entre personas con algún tipo de deficiencia visual.
El objetivo final es establecer pequeñas flotas en las ciudades del mundo que se consideren más aptas para ello, por lo que, en primer lugar, sería necesaria la presencia de conductores humanos que probaran los vehículos y resolvieran las posibles dudas que les surgieran a los pasajeros.
Aunque finalmente los coches deberían ser completamente autónomos e, incluso, poder controlarse a través de un teléfono móvil. De ahí que la idea sea dotarlos de un radar ubicado en el techo que se oriente vía satélite, similar a los que ya se han probado y gracias a los que los prototipos han recorrido más de medio millón de kilómetros por carreteras estadounidenses.
De cara a la producción, y tal como especifica el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, parece que Google está acercando posiciones con el fabricante Magna y el suministrador Continental. Así, y de llegar a concretarse un acuerdo de cooperación respecto a la conducción autónoma, el paso adelante que la compañía de internet necesitaba para hacer realidad su proyecto podría estar más cerca de lo que parece.