En muchos momentos de tu vida te encontrarás con la necesidad de viajar en taxi, ya sea por estar de vacaciones, por no tener coche o por necesitar desplazarte puntualmente de un lugar a otro y no poder llevar tu vehículo. Las tarifas de este tipo de servicios están reguladas y son de obligado cumplimiento, aunque varían de una ciudad a otra. Lo que sí debes saber es que es obligatorio que haya en un lugar visible del taxi un cuadro con todas las tarifas. Cada ayuntamiento es responsable de su propia tarifa, así que éstas pueden variar de un municipio a otro.
Los conceptos que pueden aparecer en las tarifas son los siguientes:
- La “bajada de bandera”, que es el precio por iniciar el servicio, es decir, la tarifa mínima que se cobra por cada carrera. Esta tarifa es automática, es decir, no la puede poner el taxista sino que el taxímetro la muestra directamente y varía en fechas especiales como Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo o cualquier noche.
- La tarifa por kilómetro recorrido.
- La tarifa por hora de espera.
- Los suplementos y tarifas especiales, como pueden ser la entrada o salida de puertos/aeropuertos o el exceso de equipaje.
El funcionamiento del taxímetro es muy sencillo e indica la cantidad que debes pagar por el trayecto recorrido. A la “bajada de bandera” se le añade el importe por kilómetro recorrido al haber circulado ya un número determinado. Hay tres tarifas diferentes que se pueden mostrar en el taxímetro:
- Tarifa 1: es la utilizada en los servicios normales con destino en el mismo municipio y viaje solo de ida.
- Tarifa 2: se utiliza cuando se va a realizar un viaje de ida y vuelta.
- Tarifa 3: es la que se marca cuando el destino está en un municipio diferente al de origen.
Foto: Taxi City