Se pueden utilizar distintos medios de transporte como aviones o barcos, pero el más común y el más rentable es el transporte de mercancías por carretera.
Para obtener el mejor precio hay que tener en cuenta la cantidad de mercancías que se quieren transportar. Cuanto mayor es el volumen a transportar, más barato se hará el transporte en relación a la cantidad. Esto es debido a que se podrán utilizar vehículos más grandes, con mucha mayor capacidad.
Para el transporte de carretera no se debe tener en cuenta sólo el coste de alquilar o comprar el vehículo y el uso de combustible. También debes saber que hay otros muchos gastos. El personal de conducción, en la mayoría de los casos, puede implicar entre un 20 y un 40% del total del gasto del transporte. La comida y alojamiento del conductor es parte también de los gastos.
En el caso de que el vehículo esté siendo comprado, los gastos de amortización y financiación del propio vehículo también deben ser tenidos en cuenta. Otro aspecto importante es el seguro. El vehículo tendrá un seguro que será mucho más alto que el de cualquier otro vehículo común. Además, se puede asegurar la carga para evitar así pérdidas por accidentes, robos o incendios.
El mantenimiento y las reparaciones del vehículo son otros gastos a tener en cuenta, aunque estos no superan nunca el 10% del coste total del transporte de las mercancías. Esto sin contar el cambio de neumáticos que puede elevar el porcentaje hasta un 12%.
Finalmente, es necesario tener en cuenta los gastos fiscales que se puedan tener, impuestos por el transporte (si son internacionales son más elevados) y los peajes que, en vehículos muy grandes, pueden ser bastante altos.
Foto: Transportes Martin-Romo